¡BIENVENIDOS A MI BLOG!

Este es un blog sobre Moscú, una ciudad de 12 millones de habitantes, la más poblada de Rusia y de Europa. Es una guía para la gente hispanohablante donde se puede encontrar información sobre los mejores sitios, eventos interesantes, la vida moscovita y la gente que vive en Moscú.

martes, 27 de marzo de 2012

La casa del malecón





En el malecón del río Moscú, frente al Kremlin, se alza un gran edificio. Se trata de un símbolo de la época soviética, de un país que ya no existe. Es conocido como “La casa del malecón”, a causa de un libro homónimo. En el edificio ahora hay un museo que cuenta su trágica historia.

El edificio fue construido en 1931 para los dirigentes de la Unión Soviética y sus familias. Era un edificio muy moderno que contaba entre sus servicios con cine, lavandería, hospital, correo, guardería y biblioteca. En las viviendas había luz, gas y agua 24 horas al día, que eran artículos de lujo en aquella época. Los techos de los pisos fueron pintados por los artistas del Hermitage. En el enorme patio había fuentes y una gran cantidad de flores. “La casa del malecón” ocupa tres hectáreas y en su momento fue la casa más grande de Europa. En otoño de 1931 los primeros habitantes que recibieron la vivienda gratuitamente se trasladaron al edificio y se dispusieron a vivir en una especie de paraíso terrenal. 

Tatiana Krivosheina tiene 81 años. Su familia se trasladó a “La casa del malecón” en 1931. “Al principio de los 30 la gente era muy feliz, todos estaban sonriendo, los niños montaban escándalo en los patios, sonaba la música de los gramófonos y la gente creía en la felicidad. Nosotros, los niños, no éramos conscientes de que vivíamos en el edificio de la élite de la Unión Soviética, en aquella época esta palabra no existía. Había muchos niños paseando con sus madres o niñeras”.

“Teníamos un piso amueblado de 150 metros cuadrados. Los muebles los construyó el mismo arquitecto que proyectó todo el edificio. El mobiliario pertenecía al Estado, todos los objetos estaban numerados y nos los entregaban siguiendo una lista especial.  Los pisos eran enormes, pero las cocinas muy pequeñas. Porque según la ideología soviética, la gente no debía perder el tiempo cocinando, debía gastarlo luchando por la revolución. Nos traían la comida de los comedores del Kremlin”.

Pero este oasis de privilegios tampoco se libró del lado oscuro de la dictadura de Stalin: en cada escalera había un conserje que guardaba las llaves de todos los pisos y vigilaba los movimientos de los vecinos. Cualquier entrada o salida de personas y bienes era registrada. Por ejemplo, algo tan trivial como regalar un trozo de pastel a un familiar debía ir acompañado de su notificación escrita y del sello correspondiente. El control por parte del NKVD (precedente del KGB) era tal que se dice que los finos tabiques del edificio fueron construidos intencionadamente, para permitir realizar escuchas con los rudimentarios métodos de la época.

Durante las represiones de Stalin de los años 30, muchos habitantes de “La casa del malecón” fueron declarados “enemigos del pueblo”. Más de 700 habitantes del edificio fueron víctimas de la represión de Stalin. El NKVD detuvo primero a los padres de las familias. La causa siempre era la misma: la actividad contrarrevolucionaria. Después detuvieron a las mujeres por no entender que sus esposos eran los “enemigos del pueblo”. Los niños fueron enviados a orfanatos y nuevos habitantes se trasladaron a su piso para tener el mismo destino.

“En la tercera planta vivía Tujachévski con su esposa y su hija, Svetlana. Primero detuvieron al padre, después desapareció la madre y mandaron a Svetlana a un orfanato. Cambiaron los nombres y apellidos de los niños pequeños para que sus padres nunca pudieran encontrarlos después de salir de la cárcel. En la segunda planta vivía Proskúrov, que fue fusilado a principios de los 30. A nuestro vecino del séptimo lo fusilaron en 1938”.

“Llegaban cada noche. Mi madre me contó que cada noche tenía miedo de echarse a dormir y permanecía escuchando si llegaba alguien. Cada día salíamos de nuestro piso y encontrábamos un piso precintado. Las familias desaparecían en una noche.”

La mayoría de la gente que sobrevivió a las represiones de Stalin nunca se acercó a “La casa del malecón”. Mucha gente todavía prefiere no acercarse. Ahora en el edificio viven 1.500 personas, 80 de las cuales tienen más que 80 años.

Historia de la Unión Soviética, historia del edificio y de sus habitantes en el Museo de “La casa del malecón”. 

Dirección: Calle Serafimovicha 2
Horario: martes-sábado 13:00-21:00




martes, 20 de marzo de 2012

Fotobienale 2012

Con la inauguración de tres exposiciones en el Museo de Arte Multimedia en Moscú se abrió ‘Fotobienale 2012’, una muestra relevante en el mundo de fotografía internacional.



Los visitantes de ‘Fotobienale 2012’ podrán admirar tanto las series de fotos de artistas famosos de la historia de fotografía, como las obras de fotógrafos modernos.

Es la novena ‘Fotobienale’ que se organiza en Moscú y este año las exposiciones se van a celebrar en diferentes museos y centros de arte de la capital rusa hasta el mes de junio. Los temas de la ‘Fotobienale-2012’ son ‘Viajes o en el camino’, ‘Enfocando a Norteamérica’ y ‘Fotos de cine’.

Las primeras exposiciones están compuestas por las fotos de viajes del fotógrafo británico Martin Parr de los años 80, las fotos de desnudos del artista checo del siglo XX Mirosláv Tíji y la exposición de fotos de coches del fotógrafo estadounidense Lee Friedlander.

La serie de fotos ‘El último refugio. Fotos de New Braighton 1983-1985’, de Martin Parr, cambió la tendencia de desarrollo del arte de la fotografía en Europa y está en la lista de ‘1.000 obras de arte que se deben ver antes de morir’ elaborada por The Guardian. Es una serie de fotos sobre las vacaciones de la gente en la orilla de New Braighton, cerca de Liverpool. El artista quería mostrar con sus fotos una realidad poco atractiva: la multitud tomando el sol, perros comiendo sobras de comida, los montones de basura que dejan los turistas después del fin de semana, caras poco agraciadas y cuerpos ‘imperfectos’, niños manchados de helado.



“Sé perfectamente como tomar una buena fotografía, pero siempre fallo, porque realmente una buena fotografía de nada en particular no viene de ningún sitio y no entiendo cómo sucede esto”, asegura Martin Parr.

Mirosláv Tíji tomó sus fotografías de desnudos con cámaras hechas de madera, cartón, carretes de hilo, telescopios infantiles y lentes de gafas antiguas. El motivo principal de su arte es la investigación de la naturaleza de la mujer. Sacaba sus fotos a escondidas a larga distancia.



Otra exposición de la ‘Fotobienale 2012’ es ‘América del Norte. Un vistazo desde el coche’. El proyecto se llevó a cabo entre los años 1992 y 2009 durante viajes en coches alquilados. La serie de fotos de Lee Friedlander muestra imágenes de la esencia de la cultura de EE. UU.: coches y autopistas que recorren los 50 estados del país.

El proyecto ‘Los nuevos coches.1964’, también de Lee Friedlander, consta de 33 fotos hechas para la revista Harper Bazaar, pero que nunca fueron publicadas por su estilo rudo y demasiado moderno.



Según Friedlander, “cuando sacas fotos nunca sabes qué va a salir al final. Puedes imaginarlo aproximadamente, pero nunca lo sabes con seguridad. Hay demasiadas posibilidades”.

Durante la ‘Fotobienale 2012’ se expondrán también las muestras de fotografía de Sara Moon,William Klein, Pieter Hugo, Alex Scout y Wim Wenders, entre otros.
Los visitantes podrán disfrutar de 70 proyectos de fotografías, 50 de los cuales son internacionales. Al final de abril se inaugurarán exposiciones en los túneles subterráneos que sirven para cruzar las calles de Moscú.

domingo, 12 de febrero de 2012

Lo Mejor de Rusia



En una de las galerías de la antigua fábrica “Vinzavod” se expondrá la muestra de fotografía “Lo Mejor de Rusia del año 2011”, que permanecerá abierta entre el 10 de febrero y el 12 de  marzo. Los temas de las instantáneas son muy variados: desde paisajes con puestas de sol o amaneceres, hasta la sonrisa de un niño o imágenes de ancianos. En general, la vida cotidiana en Rusia vista a través de los ojos de personas convencionales.

"Vinzavod" es el primer Centro del Arte Contemporáneo de Rusia y el más grande. Reúne todas las esferas de la cultura contemporánea: exposiciones, festivales, conferencias, cinematografía, conciertos, estrenos.

Aqui están reunidas galerías del arte, talleres de los artistas, diseñadores y fotógrafos, art-cafés, salones de exposiciones y ventas de diseños de moda, una librería, estudio para niños y mucho más. "Vinzavod" apoya las iniciativas en el ámbito del Arte Contemporáneo y promociona a jóvenes talentos.

jueves, 9 de febrero de 2012

La cocina rusa

Rusia ha sabido combinar en su gastronomía algunos de los mejores aspectos de las cocinas europeas y orientales, para obtener platos de sabores muy característicos, suaves y con una cuidada elaboración.




Las mesas de los restaurantes y hogares rusos se llenan de innumerables platos que salen de las cocinas sin cesar para que el comensal pueda disfrutar tanto de su sabor como de su presentación.
Es costumbre empezar con una serie de entremeses o "zakusky", entre los que se encuentran los "blinis", unos crepes servidos con “smetana” (salsa de nata agria) y los "pirozhki" (una especie de empanadillas fritas rellenas de carne, setas, cebolla y huevo o col).

En algunos casos, junto con estos entremeses se sirven diferentes ensaladas y merece la pena probar la ensalada “Seledka po shuboi”, de arenque, remolacha y patata. La famosa ensaladilla rusa, que allí se llama "Olivier", elaborada con patatas, zanahorias, huevo, guisantes, pepinillos, cebolla, carne y mayonesa,  es una de las preferidas por los rusos.
Para terminar con esta serie de aperitivos se sirven las sopas. Una de las  más populares es la de remolacha, el “Borsch”, con carne, patata, zanahoria y tomate. Otra sopa típica rusa es el “schi” con col, carne o, en algunas ocasiones, pescado, setas secas o saladas, zanahoria y cebolla. Todas las sopas se sirven acompañadas con “smetana”.

A continuación, conviene estar preparado para el desfile de platos elaborados tanto con pescado como con carne. La ternera "Strogonoff" es uno de los platos rusos más conocidos internacionalmente y está elaborado con carne deshuesada y frita, acompañada de una salsa de harina y “smetana”.

Algunos de los platos de pescado más populares están elaborados con salmón, aunque la oferta de pescados presente en la carta de un restaurante ruso, así como las formas de cocinarlos es muy variada, ya que todos ellos se pueden elaborar rellenos, a la papillote o a la plancha, consiguiendo de cualquier modo un exquisito resultado.

Los ”pelmeni” siberianos merecen especial atención, puesto que es precisamente esta la variedad más famosa en toda Rusia y se ha convertido incluso en una tarjeta de visita de la gastronomía nacional. Tradicionalmente los ”pelmeni” se rellenan de varias carnes: ternera, cerdo o cordero, a las que se les puede añadir carne de ave. También se pueden hacer de salmón.

La bebida más popular para acompañar una cena o comida es el vodka, la bebida nacional rusa. Según la tradición, el vodka se sirve en chupitos y frío, pero no demasiado. Aunque si uno no está por la labor de tomar una bebida con tanta graduación, puede optar por otros acompañamientos como la cerveza rusa o el vino, ambos de gran calidad.

Para terminar, nada mejor que tomar un té con una cucharada de mermelada y ”Prianiki” (una especie de dulces de gengibre), un toque amargo o dulce para poner el punto final a un verdadero banquete.

La cocina rusa en Moscú

Moscú cuenta con una gran oferta en restauración. Hay muy buenos establecimientos, tanto de comida local como de comida internacional.

La ciudad está llena de restaurantes de las antiguas repúblicas soviéticas y muchos locales ofrecen una mezcla de cocina rusa, georgiana, bielorrusa o azerbaiyana, entre otras regiones.

De cualquier modo, hay una gran cantidad de restaurantes rusos en los que los comensales pueden disfrutar de una enorme variedad de platos, desde los más elaborados y caros, hasta la comida rápida al estilo ruso, pasando por las recetas tradicionales más asequibles para todos los bolsillos.

El restaurante «Café Pushkin»



El Pushkin es el restaurante de la antigua cocina nobiliaria rusa. No es un sitio ordionario, es una leyenda, el restaurante ruso más famoso de Moscú y uno de los más caros.
Se encuentra en pleno centro de la ciudad, en la calle Tverskói bulvar. Está ubicado en la antigua mansión de Andréi Delos de estilo barroco, construida en el siglo XVIII.
En la carta podemos encontrar toda la diversidad de la cocina rusa.

El restaurante se divide en cinco salas temáticas.

La sala Apteka ("farmacia" en ruso) es un mostrador de farmacia de tallado elegante, antiguos espejos, velas, molduras finas y grabados.
Esta sala ocupa la primera planta de la mansión. Cada noche de domingo actúa allí una orquesta de cuerda.

La sala Oranzhereya ("invernáculo" en ruso) es una sala acogedora y luminosa con un techo de cristal y ventanas grandes cubiertas de la hiedra con vistas a la calle Tverskói bulvar.

En la segunda planta del edificio en la antigüedad se encontraban los dormitorios de los propietarios de la mansión. Ahora aquí están las salas Biblioteca y Antresol ("trastero" en ruso). La biblioteca, con más de 7.000 libros, es el tesoro principal de las salas y de la mansión. Cada noche aquí se escucha música interpretada con arpa y flauta.

La sala Pogrebok ("sotano" en ruso) es el despacho de paneles de roble con pintorescas lámparas en el techo. Aquí se puede escuchar antiguas canciones rusas.

También en el restaurante hay una sala con una chimenea construida en el siglo XIX. En el techo del edificio hay una terraza con vistas a las calles céntricas de Moscú.

Platos: arenque con ensalada de patata templada, blinis de alforfón con caviar de beluga, blinis de trigo con caviar de Salmón de Kamchatka, cochinillo con salsa de manzana, borsch, schi, solianka de carne, sopa Ujá de pescado, pelmeni con carne, salmón, hongos o pato, acipenser con salsa de caviar, albóndigas de pollo rellenas de hongos.

Horario: 24 horas.
Precio medio: más de 3.000 rublos (70 euros) por comensal.




Es un restaurante más asequible, de ambiente casero. Al entrar, los visitantes se encuentran en un piso acogedor con armarios llenos de vajillas de porcelana, figurillas, cuadros de fotos y macetas con plantas. Marivanna cuenta con un nutrido grupo de curiosos habitantes: el gato Venia, el perro Shúrik, el canario Pavlusha y el pez Petia.

Por las mañanas, en el restaurante huele a pan recién hecho. Para el desayuno se sirven sírniki (típico postre ruso de queso) y tortilla rusa.

Para el almuerzo se puede probar el Borsch espeso y muslo de pato estofado con alforfón. 

Y por las tardes allí siempre hay fiesta. El restaurante siempre está lleno y las mesas se llenan de una gran variedad de platos: arenque con patata, pepinos crujientes, ensaladilla Olivié y tostas de pan negro con salmón. Se sirve a los comensales patatas fritas en sartén, «pez de hielo» (icefish) con romero y las famosas croquetas con puré de patatas.

Horario: 9:00-0:00
Precio medio: entre 500 y 1000 rublos (10 – 25 euros) por comensal.
Dericción: Spiridonievski pereulok 10A




Es una cadena de cafeterías de comida rápida rusa presente en toda la ciudad.
La gran variedad de platos rusos y la comida sana es lo que hace tan famosa a esta franquicia.

La carta incluye  platos príncipales, sopas y entremeses:  aranque con patata, ensalada a la vinagreta, caviar de salmón con pan y matequilla, blinis con caviar de salmón, blinis con salmón, blinis con mermelada de frutos del bosque, empandillas con carne, empanadillas con manzanas, pelmeni de carne, sopa Borsch, sopa Ujá de pescado, sopa de garbanzos en pan negro, carne de cordero con patatas y albóndigas con puré de patatas.

Horario: 10:00- 00:00
Precio medio: 400 rublos (9 euros) por comensal.
Direcciónes:
Calle Solyanka 1/2
Bolshaya Gruzinskaya 1
Bolshaya Dorogomilovskaya 12A
Calle Neglinaya 8/10
Calle Zemlyanoi val 33
Calle Tverskaya 5/6


La cocina rusa en Madrid

Esta semana ha llegado el frío de verdad a Madrid, así que es el momento ideal para animarse a probar las especialidades que vienen del frío y conocer la cocina rusa.


Las Noches de Moscú es un restaurante agradable y cálido en el barrio de Malasaña, tiene dos plantas: la superior está profusamente decorada (ojo a la mesa escondida en la ventana perfecta para una pareja). La planta de abajo, es un poco húmeda y tiene menos detalles, pero, por otro lado, es muy tranquila. El baño y la cocina están arriba.

El restaurante es más informal y juvenil que otros restaurantes rusos como el Rasputin o el Cosaco,  ambos ubicados en La Latina, que si bien se han rejuvenecido gracias a los visitantes de la zona, tienen un aire mucho más elegante y solemne.

Sobre la historia y los platos de Las Noches de Moscú nos hablan sus visitantes, el propietario y el cocinero.



Los Marineros es un bar de tostas y raciones internacionales, combinados de cuidada preparación y una variada carta de cócteles. Aporta un nuevo concepto uniendo las gastronomías de Rusia y España  en un particular recorrido por sus diez principales puertos marítimos.

Sobre la historia del bar, sus platos y cómo hay que tomar el vodka al estilo ruso nos habla Alexánder, el propitario del establecimiento.


martes, 7 de febrero de 2012

Moscú en primera persona

Carlos, español, periodista

¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? ¿Cuál es tu profesion?
Danos un poco información sobre ti.
Me llamo Carlos, soy español y periodista.

 ¿Cuánto tiempo llevas en Moscú? ¿Qué haces en Rusia?
Llevo algo más de dos años y trabajo para un canal de televisión internacional que emite desde Moscú para todo el mundo.

¿Estuviste en Moscú antes de ir a trabajar allí?
No, no había venido nunca a Moscú.

 ¿No tuviste miedo de ir a Rusia?
No, para nada. Tuve miedo al llegar.

¿Cómo fueron tus primeros días (meses) en Rusia?
Bueno, pues al principio, salvando las dificultades de las que hablo después, todo te hace ilusión y te parece peculiar. Todo te produce curiosidad. Hay una teoría que dice que conocer un país nuevo de esta forma, viviendo en él, es como una especie de enamoramiento: al principio, todo te parece fantástico y fascinante. Y después, empiezas a descubrir pequeñas cosillas que ya no te gustan tanto y que, finalmente, incluso llegan a irritarte. Yo creo que durante mis primeros meses viví más o menos esa experiencia. Pero en general recuerdo esa época con mucho cariño.

¿Qué fue más difícil para ti (cosas más duras)?
Lo más difícil, sin duda, fue adaptarme al tema del idioma. Tenía un desconocimiento total sobre el alfabeto cirílico y, aunque no sepas la lengua, esto sí que es necesario conocerlo para moverte por el metro o poder leer los nombres de las calles. Al segundo día de estar en Moscú, decidí ir a visitar la Plaza Roja y estuve como un cuarto de hora o veinte minutos sin poder salir del metro, porque era una estación en la que confluían varias líneas y yo no sabía ni cómo se decía "salida". Además, hay que acostumbrarse a la forma no sé si rusa, pero seguro que moscovita, de moverse por la calle. Digamos que los gestos son algo más bruscos y, si te quedas parado en mitad de una zona de paso, no van a dudar en hacerte saber que molestas de una forma muy física. Recuerdo un momento en el que dudé en un andén de metro hacia donde ir y una adorable ancianita casi me saca a las vías dándome un empujón del que no tendría nada que envidiar un profesional de las artes marciales. Bueno, a ese tipo de cosas tienes que acostumbrarte.
Otra cosa que no tardas en comprender es que para cruzar una calle, no tienes que andar buscando semáforos. El mismo día que me perdí en el metro, también me pegué un buen rato para descubrir cómo cruzar la calle, una vez que salí. No hay semáforos ni pasos de cebra en las calles anchas del centro de la ciudad: se cruzan bajo tierra, por unos túneles que se llaman "pirijods"… vamos, túnel en ruso, si no me equivoco.
Otra cosa que se me hizo muy dura unos meses después de mi llegada, cuando llegó el invierno, fue el frío, claro, aunque los espacios cerrados están muy bien acondicionados y preparados para él y al final acabas pasando más calor que otra cosa. Y algo realmente incómodo son las capas de hielo que se forman en las calles y que tienes que aprender a identificar y sortear o a pasar como buenamente puedas sin acabar en el suelo, algo que los extranjeros no siempre conseguimos. Incluso se puede ver a algunos rusos hincar la rodilla de vez en cuando. Es muy incómodo y cuesta acostumbrarse.

¿Qué te gustó desde el primer momento?
La ciudad en sí es impresionante. Todo tiene unas dimensiones faraónicas: las calles, los edificios, los parques. Así que, por el centro, en cada esquina te encuentras con lugares que merece la pena ver. Mis compañeros de trabajo rusos también me acogieron muy rápido y los primeros días pude descubrir en seguida algunos platos típicos de aquí que me gustaron de inmediato.

¿Qué te parece lo más curioso?
Bueno, hay muchas cosas curiosas. Algo que echo en falta aquí es el pequeño comercio al estilo de España. Aquí no existe nada parecido (aunque probablemente en España no tardará mucho en desaparecer, al paso que vamos). Los pequeños comercios en el centro de la ciudad se ubican bajo tierra, en los pirijods, y son sitios que atienden al público desde ventanillas, como pequeños quioscos. Es muy curioso. Además, hay mucha gente vendiendo cosas por la calle o en los mismos pirijods. Y otra cosa curiosa son los taxis: hay muy pocos oficiales y en la mayoría de los casos paras a gente que va con su coche por la ciudad y negocias el precio con ellos, según donde quieras ir.

¿Ya estás acostumbrado? ¿Ahora te gusta vivir en Moscú? ¿Qué te parece la ciudad? ¿Estás feliz aquí? ¿Quieres quedarte en Moscú para siempre?
Sí, yo creo que ya me he acostumbrado a la vida aquí. Durante este tiempo hubo épocas realmente duras, en las que no veía posible seguir por muchos más meses, pero ahora creo que vivo muy bien aquí. Ahora mismo, soy muy feliz en esta ciudad, la siento como mía, aunque tenga todavía mucho que aprender, empezando por el ruso. Tengo aquí al 'núcleo duro' de mi gente, a los que ya considero como mi familia, un grupo de españoles, latinoamericanos y rusos que son gente excepcional. De todos modos, sigo siendo un emigrante y creo que, como muchos emigrantes, sí que tengo en mente volver algún día o irme de aquí. Además, creo que Moscú es una ciudad muy dura para envejecer, como casi todas las grandes ciudades. Pero por el momento, continuaré aquí.


¿ Qué sitios visitas regularmente? (bares, restaurantes)
Todo tipo de sitios. Moscú tiene una gran oferta en restauración y en bares y me da la impresión de que en los próximos años tiene que ir a más, porque a veces parece que no cabemos todos en ellos (especialmente los fines de semana). Voy a algunos sitios para cenar a otros para ver el fútbol o el baloncesto y a otros para tomar algo después de la cena. Hay muy buenos restaurantes, tanto de comida local como de comida internacional: italiana, mexicana, japonesa o europea en general. También hay una oferta importante de sitios de salsa, aunque yo no soy nada aficionado al tema. Pero para muchos hispanohablantes, son lugares de reunión obligados. Hay pocos bares de rock, pero los que hay son sitios muy curiosos y que para cualquier amante de la buena música de este estilo merece la pena visitar. Un concepto de bar muy curioso que tienen aquí y que en España casi no existe es el de las salas que son también restaurante. Lugares que por la noche levantan las mesas y tienen pista de baile y en los que, durante el resto del día, se puede ir a comer o a cenar. Además, también hay varios restaurantes y cafeterías abiertos las 24 horas, lo cual resulta muy cómodo para todos los que tienen horarios de trabajo un poco extremos y salen o entran a horas raras. O, en general, para los españoles, que cenamos muy tarde en comparación con el resto del mundo. En ese sentido, aquí no hay problema: siempre vas a encontrar un sitio abierto. Además, también hay mucha oferta en música en vivo: muchos locales tienen a gente tocando o a DJs varios días a la semana.

¿Qué sitios puedes aconsejar a los turistas?
Pues después de haber vivido más de dos años aquí, aconsejaría un montón. En cuestión de bares y restaurantes, decenas, jajaja. Pero hay sitios verdaderamente peculiares que a mí me encantan y que creo que pocos turistas sabrían apreciar, así que me los guardo. Para hacer un recorrido rápido de la parte central de la ciudad, también aconsejaría que, si van en verano, cojan alguna vez el barco que recorre el río Moskva. Está muy bien y desde él puedes ver muchas de las maravillas arquitectónicas de la ciudad y sus puentes, algunos de los cuales son muy bonitos.

¿Cuáles son las principales curiosidades de la ciudad que vale la pena visitar? ¿Cuál es tu sitio favorito? (bar, o calle, o plaza, o parque)
Bueno, toda la zona que rodea al lugar donde vivo, me encanta. Además, en verano está llena de vida, aunque se juntan también personajes de difícil clasificación. Es la zona de Chistie Prudi, la calle Pokrovka, Kitai Gorod, toda esa zona seguramente es mi preferida y tiene muchos de los restaurantes y bares que más me gustan. La zona de Arbat también es muy curiosa y donde se juntan las dos calles Arbat (el nuevo y el viejo) también hay en ocasiones gente tocando música en la calle y un ambiente muy bonito. Aparte, todos los lugares turísticos, por supuesto, las iglesias, los conventos, la Plaza Roja, el Parque de la Victoria, los parques en general (especialmente en verano, claro), la Ciudad Universitaria.

¿Piensas que vale la pena visitar Moscú?
Sí, claro que merece la pena, es una gran ciudad. Tiene sus incomodidades, especialmente en invierno, pero es un sitio que no dejará indiferente a nadie y en el que te puedes divertir muchísimo y ver cosas extraordinarias. Casi toda la gente que yo conozco que la ha visitado, se va realmente contenta de haber conocido este lugar.


domingo, 29 de enero de 2012

Moscú en primera persona

Alexander, un moscovita que lleva dos años y medio afincado en Madrid, nos habla sobre sus sitios favoritos de Moscú.




Los sitios favoritos de Alexánder son:

Bar, restaurante y discoteca Propaganda 
Bolshoi Zlatoustinskii pereulok, 7
Estación del metro Kitai-gorod (línea naranja)

Bar,café Krizis Zhanra
Pokrovka 16/16
Estación del metro Chistie prudy (línea roja)

Restaurante Starlite dinner
American dinner
Bolshaya Sadovaya, 16
Estación del metro Mayakovskaya (línea verde)

Restaurante Marivanna
La сocina rusa
Spiredonievski pereulok 10
Estación del metro Mayakovskaya (línea verde)

Fish-house
Zemlianoi val 9
Estación del metro Kurskaya (línea circular)
Tverskaya 23
Estación del metro Pushkinskaya (línea violeta)